Las fotos bonitas de boda son sinónimo de colores bonitos, de fondos con edificios increíbles o vestidos deslumbrantes. Pero falta el ingrediente principal: ¡las emociones!
El estilo de cada fotógrafo es singular y debes elegir el que más se ajuste a los resultados que buscas. Sin embargo, el ingrediente de las emociones o sentimientos nunca debe estar ausente del reportaje fotográfico.
Existen multitud de escuelas y de estilos. Ahora bien, para este tipo de reportajes, las emociones tienen que aparecer en varios fotogramas para que sean el hilo conductor de la historia que se pretende contar.
Por tanto, si queremos contar historias, los sentimientos tienen que estar ahí. En caso contrario, tendremos un reportaje puramente superficial.
¿Y qué significa superficial? Pues que podemos tener un "book" muy sofisticado con fotos muy resultonas pero que no transmita absolutamente NADA. ¿Quieres eso? ¡Seguro que no!
Como comentaba antes, un reportaje de fiestas locales es una cosa, y el reportaje de una boda es otra. Por ejemplo, un exceso de fotos muy preparadas puede acabar transmitiendo artificialidad.
Y un estilo excesivamente recargado de filtros y tomas sofisticadas pueden dar un efecto de pretenciosidad que debería estar desterrado totalmente de estos reportajes.
¿Qué emociones deben aparecer en unas fotos de boda bonitas?
Aquí hay una equivocación: muchas personas solo piensan en llantos de emoción por parte de los novios o de los familiares directos (¿verdad que lo has pensado?). No. Bueno, no únicamente.
Sin duda los novios son los protagonistas, y sus emociones van a ser las más evidentes y las más representativas. Pero también deben aparecer las de los familiares (padres, hermanos, familia en general) y de los amigos de la pareja.
Y por supuesto, y como decía, las emociones que capturemos en todo el evento serán cualquier expresión y gesto que transmita algún tipo de sentimiento: alegría, felicidad, simpatía, impaciencia, nervios, pasión, amor...
Por tanto, el hilo conductor de tu historia de amor serán las emociones.
¿Cómo captar las emociones?
Pues a través de dos ingredientes: intuición y paciencia.
La intuición se consigue en base a la experiencia de estar detrás de la cámara en muchas bodas. Además, los diferentes tramos de los eventos nupciales provocan reacciones similares. Los movimientos, los gestos, las expresiones...tienen en cierta manera un denominador común en todas las bodas. Obviamente, con protagonistas y atrezzo diferente.
La observación es otra condición indispensable para recoger todos los sentimientos presentes durante la celebración. Lo es por el simple hecho que nunca se sabe cuando van a aflorar, por lo que hay que ser paciente hasta que surja el instante a inmortalizar.
Sin ninguna duda, un reportaje rico en emociones, tendrá los mimbres adecuados para articular una historia de amor singular y propia.
¿Resistencia a las emociones?
Lo sé. Hay muchas personas que se resisten a mostrar públicamente sus sentimientos. (¿quizás tu?). Eso quizás te hace decantarte por reportajes con un estilo más negociado. Pero recuerda, van a pasar muy mal la prueba del tiempo.
Técnicamente seguro que las fotos tendrán un valor estético. Pero sentimentalmente no te transmitirán mucho al pasar un tiempo.
Déjate llevar. Ni lo pienses.
No te preocupes, no es necesario fingir emociones. Déjate llevar y permite que el fotógrafo, en un segundo plano y sin interferir en el desarrollo del evento, capte la magia de tu boda.
¿Qué opinas sobre las fotos emotivas?